a Juan - Momentos de Don Juan Flamenco

He aqu� otro Don Juan. No es un malhechor. No es castigado. No hay vengador del m�s all� ni convidado de piedra. No aparece ning�n muerto, pero s� la muerte. La muerte es, claro est�, una mujer: la �ltima, la definitiva.
La vida es una serie de aventuras amorosas. En cada una de ellas, Don Juan desaf�a a la muerte. Cada aventura es una forma provisoria de la �ltima; cada cara de mujer es una m�scara que esconde la cara de la �ltima mujer.
El conflicto entre la �ltima mujer y Don Juan es el conflicto entre vida y muerte. Todas sus aventuras anticipan este conflicto. Son siempre las mujeres dif�ciles de conquistar las que interesan al seductor. Sin resistencia, la seducci�n carece de atractivo. Las infracciones del orden social cometidas por Don Juan anuncian su negativa a la muerte. Su sensualidad establece una relaci�n entre deseo y destrucci�n.
Don Juan bailaor va de una mujer a otra, porque ninguna debe ser la �ltima.

Una mujer de Salamanca es la primera v�ctima de Don Juan. La sorprende en los preparativos de su boda y turba no s�lo el rito tradicional, sino también los ritmos fijos que rigen la vida de la novia.
El tamborilero, que representa en esta escena al novio, es un personaje central en la tradici�n salmantina.

Estreno, 04.11.1987, Baden, Kurtheater

no hay ni imagenes ni ficheros audio disponibles

a Juan

Stuttgarter Zeitung

La dramaturgia y la dirección de los personajes, el estrecho contacto entre los cantantes y músicos, además de la partitura tanto tradicional como innovadora, proporcionan al baile flamenco una facilidad narrativa magistral y excepcional. Estamos realmente ante una grandiosa actuación.

Stuttgarter Zeitung, 13.02.1990

Frankfurter Allgemeine Zeitung

„A Juan" es una sutil descripción de caracteres que logra convencer al espectador. La breve gira por Alemania de esta compañía domiciliada en la ciudad suiza de Baden es una de las discretas sensaciones de la temporada teatral en Alemania.

Frankfurter Allgemeine Zeitung, 10.12.1988

Neue Zürcher Zeitung

(...) Una unidad tan lograda puede considerarse una obra maestra.

Neue Zürcher Zeitung, 06.11.1987