Tanzcompagnie
Flamencos en route
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Desde el 22 de mayo al 14 d junio de este año, la compañía de danza Flamencos en route presentó su último espectáculo, “caleidoscopio”, bajo la dirección de la bailerina y coreógrafa Brigitta Luisa Merki; un montaje bellísmo que tuvimos la suerte a gozar en la nave central de una iglesia del siglo XV, en la locaildad de Königsfelden, al norte de Suiza.
Acercarse a un espectáculo de esta artista require una actitud dispuesta a la sorpresa porque, más allá de la experiencia que tengas como espectador, acabarás atrapado por el entramado discurso de imágenes y sonido que Merki habrá preparado tras largo y minucioso trabajo. Desde sus primeros montajes hace ya veinticinco años hasta el que hoy nos ocupa, esta flamenca nacida en Suiza ha buscado siempre nuevos caminos por los que desarrollar y hacer crecer la danza española por antonomasia.
Ya el título del espectáculo es indicativo: del mismo modo que un caleidoscopio es un artefacto para ver imágenes cambiantes dentro de un tubo con tres espejos dispuestos en prisma cuya parte reflectante está dirigida al interior, el “caleidoscopio” de Flamencos en route indaga sobre asuntos tan profundos como el dolor y la alegría de vivir, el poder y la libertad, la oscuridad y la luz, la traición y la solidaridad, la amistad y el amor. Nada menos.
Para ellos se ha servido de unas herramientas sumamente adecuadas. Un ámbito tan singular como deslumbrante, cual es el interior de una iglesia gótica; unos sugerentes decorados móviles diseñados por la escultora británica Gillian White, quien ya ha trabajado para la compañía en espectáculos anteriores como “Gritos” (1993), o “afán” (2006); y textos de poetas de la generación del 27; Jorge Guillén, Rafael Alberti, Miguel Hernández y Luis Cernuda.
Y sobre la gran tarima como escenario, flanqueada por las altas columnas góticas que funcionan a mode de cajas o forillos, tres parejas de baile, dos tocaores y dos percusionistas geniales. Y envolviéndolo todo, las voces de Nieves Díaz y Karima Nayt. Con todo ello, Brigitta Luisa Merki nos ha ofrecido una puesta en escena vibrante, impecable tanto desde el punto de vista técnico como del dramático, desde un principio gélido en el que se nos muestra la oscuridad de la incomunicación entre los seres humanos hasta escenas tan explosivas y emocionantes como la de los bastones, por citar sólo una.
Pero vayamos, aunque brevemente, por partes. En realidad, la belleza y hondura de “caleidoscopio” es como un resumen, como la consecuencia lógica del trabajo concienzudo y de la sabiduría adquirida por Merki a lo largo de los años. Era maestra de escuela cuando quedó fascinada por la danza española; ni corta ni perezosa, con su maleta y su juventud como leve equipaje, vino a España; a aprender; y a averiguar si era verdad que su vena artística se acoplaba a la danza flamenca. Era verdad. Tras años de duro aprendizaje, ahora hace exactamente veinticinco, montó la compañía Flamencos en route, que en realidad quiere decir, afirma, “flamencos que buscan caminos, en el sentido machadiano, para que el baile evolucione”. En ello se empeñó, y tanto, que participó en 1994 en la octava Bienal de Flamenco de Sevilla, interpretando “La Celestina”, con Enrique Morentey La Talegona al cante y música de Antonio Robledo, un compositor con el que tanto Morente como Merki colaboran desde hace decenios; concretamente en 1984, es Robledo quien pone música a “Obsesión”, el primer espectáculo de Flamencos en route, sobre textos de San Juan de la Cruz cantados por Morente.
De la estrecha colaboración de Brigitta Luisa Merki con estos artistas –sin olvidar a Carmen Linares que puso su cante en dos de sus obras, “El canto nómada” (1997) y “El círculo mágico” (2005)- crecieron las raíces de una concepción artística e la que la música cobra tanta importancia como el baile. De tal modo que en sus coreografías no hay fusión, tan de moda hoy, pero sí dialogo entre estilos de danza y de música; desde sus primeros espectáculos, Merki se propuso investigar caminos en los que fuera posible la relación –sin perder su tradición e identidad- del flamenco con la literatura, el teatro, la dramaturgia, incluso las artes plásticas. En 2004 se le otorgó el Anillo Hans Reinhardt, el premio más importante del mundo de la cultura en Suiza.
“caleidoscopio” es resumen de esa apuesta en la que, en esta ocasión, la acompañan Raquel Lamadrid, Carmen Iglesias, Marta Roverato, Eloy Aguilar, Fran Bas y José Merino en la danza: Pablo García y Juan Gómez a la guitarra; los magistrales percusionistas Fredrik Gille y Karo Sampela, sueco y finlandés respectivamente; y Nieves Díaz y Karima Nayt dialogando desde las riberas del Mediterráneo, desde Cádiz al Magreb y pariendo entre ambas un territorio musical nuevo y, sin embargo, común, inusitado y emocionante, más allá del “quejío”.
Mención singular merece la argelina Karima Nayt, quien antes de dedicarse al canto ha sido, durante quince años, reconocida como bailarina de primer orden en toda Europa. En “caleidoscopio” demuestra que todavía tiene mucho que ofrecernos en ese arte, en solos magníficos y arriesgados dúos con una extraordinaria Raquel Lamadrid.
Miguel Narros monta una “Fedra” flamenca con música de Enrique Morente; los versos de Lorca vuelven al cante y al baile con Christina Hoyos en el espectáculo “Poema del cante hondo en el café de Chinitas”, dirigido por José Carlos Plaza. Sin duda, reconocidos embajadores de nuestro patrimonio artístico. Brigitta Luisa Merki viene haciéndolo desde hace años. No parece excesivo decir que ella debe ser también considerada embajadora de la danza española, del arte flamenco.
Emilio Lahera, Por la Danza, 01.06.2009
"Flamencos en route" brillan en Königsfelden con "caleidoscopio". La producción es la segunda parte de la trilogía "Baile & arte Königsfelden". Cuando el público penetra al anochecer en el interior de la iglesia conventual de Königsfelden se encuentra de repente en otro mundo. Las esculturas de Gillian White se yerguen como columnas de otro lugar en la nave del templo y a lo largo de la noche van tomando la apariencia de árboles, plantas exóticas o figuras desconocidas. La atmósfera de la iglesia se halla impregnada de la sensualidad tranquila de un jardín encantado. "caleidoscopio" es el nombre de la producción de la compañía de danza "Flamencos en route" de Baden. El título significa en griego "ver bellas formas" y eso es lo que hace el público toda la noche sin interrupción. La coreografía de la directora artística y fundadora de la compañía Brigitta Luisa Merki ha creado un caleidoscopio de diálogos entre danza, espacio, escultura y música, cuya belleza y tensión resultan difíciles de superar. Con cada paso, con cada sonido se abre una especie de dinámico laberinto de sentimientos, fuerzas y fantasías. El concepto luminoso (Veit Kälin) convierte la nave del templo en un paisaje en constante cambio. La manera en que los seis excelentes bailadores y bailadoras se embisten mutuamente, como seres faunescos, para acabar finalmente como simples hombres y mujeres que se buscan y cortejan recíprocamente, muestra aspectos fascinantes de movimientos inspirados los unos en los otros. En el compacto juego de movimiento lleno de expresividad, que enlaza el paso flamenco con la danza contemporánea, se sitúa un diálogo entre impulsos interiores y exteriores lleno de fuerza, prodigiosamente denso y ampliamente oscilante. El expresivo canto de Nieves Díaz y Karima Nayt llena el espacio con paisajes candentes, poéticos, y parece propulsar el baile o comentarlo. Los dos guitarristas, Pablo García y Juan Gómez, y los percusionistas, Fredrik Gille y Karo Sampela, ofrecen además un ritmo irresistible que empuja hacia delante, sin adulterar, sin estorbar, en sus matices, el canto y el baile, y sin atropellarlos. La manera como se entretejen sin interrupción, con placidez y precisión, baile, música y espacio surte un efecto parecido a la resaca marina, que no se olvida con facilidad. La coreógrafa Brigitta Luisa Merki ha logrado la obra de arte que supone compensar, con seguridad y tensión, una forma estructurada con una dinámica libre y una explosiva fuerza de expresión con una interioridad sosegada. Ello da lugar a un equilibrio de fuerzas que produce a veces la impresión de que la nave del templo se eleva para que danza y música se expandan por un espacio sin fin. Bailarinas y bailarines (Carmen Iglesias, Raquel Lamadrid, Karima Nayt, Marta Roverato, Eloy Aguilar, Fran Bas, José Merino) muestran una brillante fuerza expresiva, que se manifiesta una y otra vez también en los solos. Sobre todo el solo de Eloy Aguilar parece expresar todas las fuerzas del flamenco y del baile en su misma esencia, al tiempo que las reinventa. Con "caleidoscopio" Brigitta Luisa Merki y su compañía han logrado una auténtica obra maestra. La bailarina y coreógrafa, galardonada en 2004 con el premio más importante del teatro suizo, el Anillo Hans Reinhart, lleva veinticinco años consagrada a unir el lenguaje del flamenco con diversas formas artísticas. Ahora parece haber llegado en su camino,"en route", a través del diálogo con las fuerzas de un quehacer creativo, a un punto de especial importancia, altamente impresionante.
Eva Bucher, Aargauer Zeitung, 25.05.2009